Cuando comes tomates rellenos ves todo con ojos veraniegos. Es como si te pusiesen unas gafas mágicas -de pasta o de metal, según gustos- que te permiten ver el lado contrario de la realidad. En el duro invierno puedes disfrutar de las sensaciones agradables del verano; que te gusta la montaña, pues ahora te gusta la playa; que te aburre ver el billar en la eurosport, pues te pones las gafas y lo flipas con las carambolas; que estás "así así" con tu pareja, pues no pasa nada, te pones las gafas mágicas y se te pasa la tontería, le dices que se case contigo y formáis una familia. Todo es más fácil con este invento. El único inconveniente es que nunca debes quitarte las gafas o sea que elige unas que te gusten.
Los tomates están rellenos de patata cocida, huevo cocido, atún, maíz, espárragos, de la carne del tomate y de la reina de las salsas: la mayonesa.
¡hasta mañana cocinillas!
I love tomatoes!! Qué cosa buena oye!! un bico Sr. Arroz
ResponderEliminarSon tomates bien avenidos entre sí, con ojos aceitunados y, sorprendetemente, sus bocas sonríen como si desconociesen su destino final (las fauces del Sr Arrozconhuevos). Parece que están de tertulia -perdón, estaban- y muy a gusto dentro del plato. Un plato refrescante. Muy bien.
ResponderEliminarFdo. Anónimo
Que sabio era Manu Chao cuando decía...."me gustan los tomates me gustas tú, me gusta el relleno me gustas tú, me gustan las gafas me gustas tú, me gustan las gachas me gustas tú, me gusta lo verde me gustas tú.....",bueno la letra no era exactamente así pero vale igualmente
ResponderEliminarAl de abajo a la izquierda parece que le arrearon un puñetazo en el ojo, y al de arriba a la derecha se le ve un tanto cabizbajo. Esas gafas no deben ser para tanto.
ResponderEliminarUno de los tomates está triste porque tuvo una infancia muy mala: creció en un invernadero en Murcia y lo separaron de su madre cuando aún no estaba maduro
ResponderEliminarLlevo todo el día con las gafas puestas y esto es una locuraaaa!!!
ResponderEliminarbesos a los comenters