Hoy más que escribir de la comida, que estaba muy buena, corresponde hablar de los comensales: mi familia. El día de Navidad es algo así como asistir a un espectáculo de risas garantizadas en la confianza e intimidad familia. Fuimos unos veintitantos, con sus veintitantos regalos de amigo invisible: unas nueve bufandas, seis pares de guantes, tres bolsos, dos libros...un llavero, un delantal de cocina y una sartén pequeñita para un huevo frito...
El comentario de Jaime refleja exactamente la realidad, como si hubiera colocado un gran espejo en medio de la fiesta familiar. Fui testigo.... También del delantal y la sartén pequeñita.
ResponderEliminarFELICES FIESTAS
Madame Vauquer
ese anónimo no será la mujer de Lord Fey???
ResponderEliminarseguro que también le tocó una bufanda....
Madre! está de moda lo de los anónimos...
ResponderEliminarYo estuve de guardia :-( así que no me des envidia!!!!
ResponderEliminarTambien fui testigo...
ResponderEliminarLas bufandas... guantes.. todo eran de propaganda.... la maldita crisis..
Tu regalo... Seguro que la sartén con el huevo frito jijiji. Acerté, ¿a que sí?.
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